SANDRA VIVAS
Gerardo Zavarce
Bajo el título Límites Sandra Vivas (Caracas, Venezuela, 1969) presenta un conjunto de 5 proposiciones
performáticas concebidas para su registro y proyección en video. Así como 3 obras sobre papel, reunidas bajo la
serie: Apariencia desnuda (2018) que operan, desde el dibujo y el collage, como ventanas de interpretación para la
comprensión de las intuiciones sensibles que acompañan la realización de la dupla de vídeos: No, no, no (2012) y
Paisaje invisible (2014).
Las 5 experiencias en video que componen la muestra representan trabajos realizados entre el 2012 y el 2020. Una
síntesis que aglutina elementos del lenguaje personal de la obra de Sandra Vivas y esbozan un abanico significativo
de sus preocupaciones estéticas: centradas en una mirada activa, escéptica y (auto) reflexiva; que problematiza de
manera crítica las estructuras que reproducen relaciones desiguales de poder en contextos diversos.
Las temáticas que explora Sandra Vivas a través de los vídeos exhibidos, abarcan tópicos, tales como: la movilidad
agónica migratoria, deshumanizada y grávida, el tránsito del cuerpo por territorios de fronteras y tierras de nadie
(Cruzando, 2020); la invisibilidad del cuerpo femenino dentro del paisaje articulado por la historiografía del
arte, su borramiento y formas de silencio (Paisaje invisible); la dialéctica del simulacro que hace de la violencia hacia
la mujer una metáfora del sufrimiento representada como máscara, maquillaje, ocultamiento, complacer: decir si,
contradecir aquello que es no (No, no, no).
Pero también, asumir la contradicción como acto crítico al tomar la canción La Tirana, popularizada por la cantante
conocida como La Lupe, como manifiesto transgresor desde una voz proyectada bajo la ironía y el goce (La tirana,
2012).También explora la confluencia del cuerpo y la nación, la infancia (ciudadana) y el maltrato (por la patria,
pero también desde la patria), la autoflagelación o nuevamente Cronos maltratando a sus hijos (G&M (II), 2012) ¿O
acaso los cuerpos que conforman un país intentando liberarse de culpas (históricas, políticas, sociales, económicas)
desde el dolor?
Hay en los trabajos que integran Límites una poética y política del cuestionamiento, son acciones y gestos que
implican la emergencia y despliegue de nuevas narrativas, son proposiciones que cruzan aquello que limita,
propiciando la expansión o transformación de los bordes. Es decir son acciones que desbordan, desvelan, desdibujan,
invierten, subvierten, divierten, transgreden, desarman, descentran.
Sandra Vivas opera sobre el andamiaje que sostiene las escenografías, que construyen las apariencias de las
realidades: la dramaturgia del límite. Entonces, las desacraliza desde su propio cuerpo, desde la gestualidad como
acto de libertad, desde su propia historia, desde lo íntimo, desde la cotidianidad, desde las pequeñas voces y relatos
que la conforman, desde aquello que es revelado como resultado de la rebeldía intuitiva que emerge ante los límites
que rigen ciertas formas del poder.
Bajo esta mirada, sus actos ponen en duda y cuestionan. Así, desde el cuerpo, su cuerpo, elabora narrativas, sus
relatos, que se despliegan como críticas hacia: puntos de vistas que silencian e invisibilizan la complejidad de las
diferencias. Ella lo hace desde el desparpajo, desde la (in)diferencia, la ironía y el sentido del humor. Transgrede,
cruza
los límites, exige: lo que está arriba gira, aparece abajo. El cuerpo desnudo se oculta, se enmascara, brilla, padece,
cruza lentamente sus propios límites.
Cada una de las acciones desplegadas construyen un diálogo reflexivo con referentes de las artes y las estéticas
populares. No se trata de una cita o apropiación, sino de una verdadera forma de diálogo que implica un a través, una
forma de atravesar y de transformar las fronteras en torno al arte, haciendo visibles sus puntos ciegos . Se trata de un
ejercicio meta-artístico, un gesto crítico, analítico y contraintuitivo que elabora preguntas, hace de la reflexión sobre
el arte un espacio vacío para el despliegue de la imaginación y ejercicio insubordinado, no sujeto.
No debe extrañarnos que cada acción promueva el deseo como posibilidad de extralimitarse, cruzar y sobrepasar los
límites para explorar desde los cuerpos otros senderos e identidades, sentir como propia la piel de otros cuerpos es ir
más allá de sí y aproximarse a lo otro: aquello que está por venir.
De esta manera, tal como señala el poeta José Lezama Lima: sólo la resistencia que nos reta, es capaz de enarcar,
suscitar y mantener nuestra potencia de conocimiento (...). Allí radica la tensión y cualidad del trabajo de Sandra
Vivas: un profundo cuestionamiento a las formas del poder que persisten como actos que limitan, a los que sus
acciones se oponen desde la potencia del vuelo como un acto de rebeldía.